Afectará las
inversiones futuras y proyectos ya consolidados en el país y en Yucatán. Además de ser
un duro golpe al medio ambiente.
Tras la aprobación en el pleno del Senado la reforma a la
Ley de la Industria Eléctrica, en la que el legislador yucateco Jorge Carlos
Ramírez Marín votó en contra, advierte que estas nuevas medidas solo generan un
panorama de incertidumbre para las inversiones locales y extranjeras, además de
afectar proyectos consolidados y en vías de desarrollo.
Esto provocará una recuperación aún más lenta de la ya
afectada economía nacional derivada del cierre de miles de negocios y la
pérdida de esos empleos.
“En Yucatán, tenemos una tasa de desocupación en jóvenes 2
puntos arriba de la nacional, no hay trabajo para ellos y menos bien
remunerado. En el estado ya había 12 contratos de empresas dedicadas a la
generación de energías limpias, pero con la reforma ¿Qué pasará con ellas y con
esos empleos?”, indicó.
Por su parte, la periodista Bárbara Anderson, quién estuvo
como invitada en la transmisión matutina de Facebook de Ramírez Marín, opinó que
uno de los costos más altos a pagar con la reforma será el de la desconfianza.
“El tema de la confianza es muy importante, no le estamos
dando a estas inversiones la verdadera certidumbre que de lo que se pone acá,
se firma y se hará. Porque lo que anoche se votó en el Senado va en contra de
contratos ya firmados, no estamos honrando contratos, porque esas empresas
eléctricas firmaron con el gobierno mexicano. La nación es la que pierde
credibilidad no solo un gobierno o un régimen”, indicó Anderson.
Dicha desconfianza, indicó Ramírez Marín podría generar
condiciones para que las empresas migren a otros lugares que les den mayor
certeza jurídica, lo mismo ocurriría en el caso de nuevas inversiones, que
dejarían de ver a México como una opción viable para el desarrollo de sus
proyectos.
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