“Una de las
maneras en las que podemos apoyar la economía es consumir lo local, es la mejor
estrategia para poder sortear estos momentos tan difíciles que vivimos en el
tema de la salud y, más aún, en el tema económico. Muchas familias están
buscando la forma de salir adelante y nosotros podemos ayudarlas si compramos
el pan que elaboran, las blusas que bordan, la comida que venden”, dijo Liborio
Vidal Aguilar.
El empresario dijo, mientras desayunaba en “La taquería” de
Valladolid, que logró salir adelante porque la gente confió en él cuando
comenzó con un préstamo que le hizo su papá para adquirir tres bicicletas, dos
refrigeradores, dos estufas y un ropero y así comenzar su negocio.
“Las crisis son momentos de oportunidad para aprovechar
nuestros talentos, ahí está la historia de Tere Cazola que es motivo de
inspiración, también la de un empresario que comenzó como empleado en una
taquería y ahora tiene 16 restaurantes distribuidos en Mérida y plazas
comerciales, hay que buscarle”, destacó.
En su experiencia en las comisarías del oriente del estado,
Liborio Vidal tiene claro que de no ser por el consumo local, no saldrían
adelante, describió que ahí todo mundo tiene un producto o servicio que alguien
más necesita.
“En las poblaciones pequeñas está la señora que tiene sus
gallinitas y que vende huevos, el panadero, los que venden hortalizas, la que
vende ropa, el que tiene un taxi, y muchas veces el intercambio no es con
dinero, sino con productos, en un verdadero sentido de comunidad, y aunque en
las ciudades sea más difícil, creo que en estos tiempos podemos imitar estas
acciones, incluso ya hay espacios donde se puede hacer”, señaló.
Agregó que de esta manera también se promueve un comercio
justo, se evitan muchos factores de contaminación, al igual que la huella de
carbono pues los productos no tienen que ser transportados a grandes
distancias, hay menos intermediarios y el dinero se queda y circula en la
comunidad.
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