Han pasado 97 días desde que se anunció el cierre total de la ciudad de
Wuhan, en China, donde surgió el coronavirus que provocó una pandemia global.
Este tiempo, apenas tres meses, ha sido suficiente para notar cambios drásticos
en el medio ambiente.Mientras los humanos permanecemos encerrados y escondidos
del Covid-19, la naturaleza se está fortaleciendo.
Después de años de escuchar
sobre la urgencia de reducir nuestro impacto negativo en el entorno para hacer
frente al cambio climático, hoy existe otra amenaza –que se siente más
inmediata– que nos está obligando a hacer una pausa. Y el planeta está
respirando.
Te mostramos cinco efectos positivos que el aislamiento de la población a
nivel mundial ha provocado en el medio ambiente:1. Hay menos contaminación en
el aireLas primeras noticias llegaron desde el espacio, con imágenes de la
NASA y la Agencia Espacial Europea que mostraron la reducción de contaminación
sobre las principales ciudades chinas entre enero y febrero.
Lo mismo pasó en la
India, donde están 21 de las 30 ciudades más contaminadas del mundo.
Bastó solo
una semana de cuarentena para que la contaminación en el aire bajara 70% en
Nueva Delhi, Bombay, Calcuta y 82 ciudades más. Está tan limpio el aire en esta
región, que la cima del Himalaya es visible hasta a 240 kilómetros de distancia.
Algo que no sucedía hace 30 años.
2. El aire limpio ayuda a frenar el
coronavirusUn nuevo estudio de Harvard demostró que la alta contaminación en
el aire provocó que el Covid-19 se extendiera más fácil y rápidamente, y que los
habitantes de las ciudades más contaminadas tienen 15% más riesgo de morir por
complicaciones.Pero la buena noticia es que el aire se está limpiando en todo el
mundo –al menos temporalmente–, y esto puede tener un impacto positivo
determinante en la curva de contagio de las próximas semanas.
A menor
contaminación en el aire, menor será el número de personas con síntomas graves
y, por lo tanto, de casos de emergencia en los hospitales.
3. Se acaban las atracciones de elefantes en Tailandia78 elefantes
fueron liberados en el parque turístico Maesa Elephant Camp, en Chiang Mai,
donde los visitantes podían montarlos para dar un paseo o alimentarlos mientras
estaban encadenados.
Cuando el gobierno anunció el cierre obligatorio de todas
las empresas no esenciales por el coronavirus, el equipo decidió finalizar para
siempre el espectáculo de elefantes.
Cuando Maesa Elephant Camp vuelva a abrir,
los animales estarán libres, y las personas podrán verlos en su hábitat natural,
pues crearán un programa de voluntariado éticamente responsable, cambiando el
nombre del parque a Maesa Elephant Conservation Center.4. Los animales
disfrutan la libertadEl encierro ha despejado las ciudades, y los animales
están llenando este vacío.
En Japón, la ciudad de Nara fue visitada por renos,
mientras que en Estados Unidos, los coyotes se pasean por el Golden Gate de San
Francisco y hasta en el centro de Chicago.
En Reino Unido, hay cabras en Gales. Y en plena temporada de anidación, las
playas desérticas de India y Brasil han recibido a cientos de tortugas.En
México, se han visto ballenas muy cerca de la costa de Guerrero y una pareja de
Mantarrayas gigantes en Punta Cotos, Holbox.
5. El tráfico ilegal de animales
está en decadenciaLa tesis más aceptada sobre el origen del brote de
coronavirus apunta a un mercado en Wuhan, donde los animales salvajes se venden
como mascotas o alimentos. Y esto ha puesto un foco de atención en el comercio
ilegal de ciertas especies exóticas, como el pangolín, probable transmisor del
patógeno que causa el Covid-19.
Un estudio sobre enfermedades infecciosas estima
que el 75% de los nuevos brotes son zoonóticos (transmitidos de animales a
humanos), y la pandemia ha provocado que China tome algunas medidas, como
prohibir permanentemente el comercio de animales silvestres para alimentos.
Vietnam ya hizo lo mismo y en el resto de países asiáticos hay debates
activos.
Con el virus extendiéndose rápidamente por el mundo, hemos tomado medidas
drásticas para mantenernos a salvo.
Los cambios positivos se notan, pero que
estos sean permanentes dependerá de nosotros.El aire está más limpio, pero no
tardará en contaminarse de nuevo si no reducimos el nivel de basura y las
fábricas vuelven a funcionar a la velocidad de siempre.
Los animales están
libres, pero el turismo masivo puede ahuyentarlos de nuevo.
Y el comercio de
especies silvestres se está prohibiendo en Asia, pero el tráfico ilegal será
difícil de frenar si no hay un cambio profundo en la mentalidad de la
sociedad.La Cop26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático), que se iba a llevar a cabo en noviembre de este año, fue pospuesta
hasta 2021, aunque sus líderes están presionando para mantener la conversación
activa.
Estos 97 días han cambiado nuestro sentido de urgencia. Y si algo nos ha
enseñado esta crisis es que es posible hacer cambios drásticos para salvar
vidas, incluidas las acciones para proteger al medio ambiente.Para Ingrid
Andersen, directora del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), la reconstrucción después de esta crisis llega con una oportunidad real
para avanzar hacia un futuro más limpio y verde, porque hoy entendemos que la
salud de los humanos depende de la salud de nuestro entorno natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario