Las actividades de extracción de material pétreo que realiza la empresa constructora Procon ya afecta a los pobladores de Ticimul, Petecbiltun e Xcucul, denunciaron los pobladores de éstas comisarías de Umán, quienes se sumaron a la denuncia popular que iniciaron los habitantes de Tebec.
Por ende, también solicitaron la intervención de las autoridades federales para frenar que las actividades que ahí se realizan.
Las obras fueron autorizadas por el alcalde Fredy Ruz Guzmán, por lo que ignoró las solicitudes de los pobladores, en las cuales se le pidió que no diera la respectiva licencia al Grupo Industrial Productos de Concretos Peninsulares SA de CV (Procon).
Incluso, todo parece indicar que carece del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aseveró Manuel Pat Chan.
Los primeros en dar a conocer la anomalía fueron los pobladores de Tebec, y ahora se suman los de Ticimul, Petecbiltun e Xcucul, quienes también ya resientes los efectos de dicha obra.
Al declarante advirtió sobre los daños que habrán con la apertura de un banco de materiales, en una superficie de cerca de 400 hectáreas, afectando el medio ambiente así como la salud de los pobladores.
Asimismo, Maximiliano Herrera afirmó que en estas cuatro comisarías “se sienten los temblores en el suelo, consecuencia del uso excesivo de dinamita”.
De igual forma, es notable la polvadera que hay con la extracción del material líquido, lo que demuestra la rapidez con la que se extrae el material lítico, tanto piedra de cantera como para obtener polvo, grava, y cal, etc.
Por su parte, Mauricio Poot, en los bancos de materiales se hacen perforaciones de hasta ocho metros, por lo que se llega al manto freático, afectando el agua del Estado.
“Con la contaminación del manto freático se rompe el equilibrio ecológico de Yucatán”, advirtió al considerar que aún se está a tiempo para evitar un mayor daño.
A corto plazo, la obra que se realiza por debajo del manto freático será un verdadero foco de infección, contaminando el agua.
Al mismo tiempo, se convertirá en un verdadero nido de plagas, además del daño a la flora de la región y ahuyentando a la fauna silvestre.
Desafortunadamente, cuando la empresa abandona el lugar, estos sitios, mejor conocidos como sascaberas, de manera inmediata se convierten en basureros al aire libre, tal como sucede en numerosos municipios.
La instalación de dicha compañía provocará la deforestación de una vasta extensión, la alteración de la biodiversidad del lugar, al mismo tiempo que será generadora de contaminación y lo peor de todo, pone en riesgo la salud de las personas, subrayó Narcisa Huchín.
Mencionó que el terreno asignado está a un costado de la carretera Campeche-Mérida, por lo que todo el polvo que de ahí emana afecta notablemente a diversos poblados, todo ello, dependiendo de la dirección del viento.
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